Villaescusa se sitúa al pie del monte Endino muy cercano al tupido bosque de robles y hayas que cubre su falda. Por el norte se abre a la vega del río Izarilla, con sus serpenteantes meandros que forman un humedal que es la base del asentamiento de la nutridísima colonia de cigüeñas que anidan en los árboles más destacados del pueblo.
En el año 2014 recibió el Premio Pueblo de Cantabria, galardón que otorga el Gobierno de Cantabria bianualmente a uno de los pueblos de la región y en el que se valoran distintos aspectos como la defensa de los valores tradicionales, el entorno natural y ecológico, el patrimonio histórico, cultural y artístico, así como la mejora de la calidad de vida mediante la integración de espacios, la recuperación de pequeños rincones, el mantenimiento de los valores naturales y la preservación de construcciones tradicionales. Para otorgar el premio a Villaescusa fue determinante la construcción de una zona de nidificación de cigüeña blanca, que ha permitido que en esta localidad se encuentre actualmente una de las colonias de cigüeñas más importantes y consolidadas de toda Cantabria.