Pequeño molino situado en el río Marlantes, cerca de la confluencia de la carretera que baja del pueblo con la vieja carretera N-611. Este molino fue adquirido por el padre de Manuel Diez Gómez, hacia el año 1933, pasando a su propiedad al fallecer su progenitor.
En época de sequía, tenía sus dificultades para poder moler de forma continuada y era necesario represar para que el molino pudiera trabajar a ciertas horas. Debido a estos inconvenientes, Manuel Diez empleó un motor diésel para mover la piedra que molía el cereal y, de esta forma, hacer las moliendas sin tener que depender del caudal del río; en aquellos años, pagaba el precio del gasóleo a dos pesetas el litro. El molino estuvo en funcionamiento hasta, aproximadamente, 1950.