Se cumple un año de una situación no vivida hasta el momento. El tiempo se paró, la vida se volvió tranquila, los niños disfrutaban en casa con sus padres sin ir a carreras, jugaban, hacían deberes, una manera de vivir sin precedentes.
Durante esos días cambiamos las reuniones por llamadas y whatsapp alegres y esperanzadores, ofreciendo a través de estos medios acompañamiento, entretenimiento, amistad y cariño. Buscamos alternativas de distracción en nuestros hogares compartiendo momentos de conversación con el vecindario a través de las ventanas, organizando aquellos cuartos que siempre dejábamos para cuando “se tuviera tiempo”,….
Con el tiempo pudimos salir a la calle dónde algunas personas comenzaron a ver un entorno que, hasta el momento había pasado desapercibido; el maravilloso entorno de nuestro municipio; fue un descubrir. si bien es cierto que para muchos de nosotros es un bien muy preciado del que disfrutamos cada día. La primavera había explotado de color en los campos, el buen tiempo acompañaba y las ansias de salir a la calle hicieron que la naturaleza en ese momento ofreciera su mejor versión.
Pensemos pues; es momento de reflexión y de analizar que de todas las situaciones por muy fatídicas que parezcan podemos sacar siempre algo positivo y es en eso en lo que debemos centrarnos. Si bien es cierto que seguimos inmersos en esta andadura y que la vida ha cambiado para siempre, algunos gestos que hemos tenido que aprender se han interiorizado y se quedarán con nosotros haciendo que nuestra vida sea mejor.
Aunque hemos vivido y vivimos una situación extrema; sanitaria, económica, social hemos querido, mediante estas líneas destacar todo lo positivo; la solidaridad, la entrega, el compartir…y por último no olvidar que estamos en un país maravilloso rodeados de personas excelentes.
¡¡¡¡A por todas!!!!,
R.C. y E.M.A