Las creencias racionales, las que nos permiten disfrutar de la vida, se parecen a las siguientes aseveraciones:
Yo también puedo hacerlo.
Las creencias racionales son mucho mas lógicas, sosegadas y maduras, producen ilusión por mejorar las cosas, pero sin obsesionarse con determinado resultado, y son la elección de las personas mas fuertes y sanas. Todos podemos aprender a manejarlas. Elena, la joven agobiada por su familia, y Diego, el estudiante que se presionaba con el sexo, lo consiguieron.
¿No vas a poder tú también?.
(Las gafas de la felicidad- Rafael Santandreu)